martes, mayo 09, 2006

Incertidumbre

Tarde de preguntas… Parece ser que el día es de mucha incertidumbre por mi parte. Al menos no son retóricas la mayoría, y pueden contestarlas las personas más allegadas a mi vida.

Quizás no sea rara como dicen, pero si al menos peculiar. Una vez más tengo que decir que mi cara es el espejo del alma y hoy la he tenido de infinidad de gestos. Algunos con tonalidades negras; y otras, con los maravillosos colores que incluye el arco iris.

A veces me gustaría poder observar mis sentimientos desde mi mano, como si de un médico me tratara y pudiera ver las enfermedades que asolan mis órganos y mi vida, que poco a poco sin querer van consumiendo mis segundos. Soy tan pesimista que creo que nada de lo que estoy haciendo lo hago bien y eso me mata, es como si con cada paso que diera, una aguja se introdujera en mi piel para así darme cuenta que el camino que elijo es difícil de sobrellevar; y no por los obstáculos, sino por mi poca fuerza de voluntad.

En realidad ahora que me he parado a pensar en mí, en como soy, creo que lo me invade no es el miedo a… sino la inseguridad en mi misma. No hago las cosas por pensar que las voy a hacer mal, y eso está haciendo de mí una esclava. Mi vida sería totalmente diferente si tuviera más iniciativa… cuantas veces habré dicho a mis amigas TU PUEDES!!! Y sin embargo nunca he dicho verdaderamente un… YO PUEDO! Triste pero cierto, y la verdad siempre debe ir por delante y dicen que la verdad derriba murallas aunque también dicen que la verdad duele y a mí en particular, me quema.

Creo que no estoy siendo sincera conmigo misma haciendo creer a los demás que todo va bien, y que yo puedo hacer las cosas. Ellos lo creerán, pero siento tanta tristeza cuando veo que mis pies no son capaces de hacer el intento… aunque me duele más aún el que los demás tengan fe en mí, y yo no les pueda dar nada, sólo mi pesimismo y mis sonrisas que a veces ni son propias de mí. Es como… si tuviera una doble personalidad alguien feliz para los demás y otra paralizada por la incertidumbre. Paralizada pero observando cada milímetro de lo que le rodea para ver donde se encuentra el sitio más seguro, y así nada ni nadie la podrá encontrar.

Este dilema ha hecho que yo me considere una caprichosa en el sentido de que ya no sé lo que quiero, ni lo que realmente me quiere a mí por se como soy. No sé lo que quiero porque al ver que todo es placentero cuando estoy dentro, no paro de ver más allá, y al final imaginar que algo habrá que destruya mi mundo de felicidad, razón que me hace escapary me hace creer que ya no quiero lo que quería.

En mi primer relato dije que con lo que escribía quería descubrir quien era y quizás me he dado cuenta que simplemente no soy nadie.