Mi Nueva y Resplandeciente Vida

Después de estar un fin de semana sola en mi piso, he reflexionado sobre la soledad y la autosuficiencia de cada persona. En mi caso, he descubierto una persona que tiene mucho que ofrecer y mucho que aprender, y ante todo un ser humano que no se deja vencer así como así.

Cuando hablo con mis amigas veo que las personas nos dejamos arrastrar demasiado por nuestros sentimientos y pasiones, por las influencias, sobre todo por “el que dirán”. Esta frase lo siento mucho, pero me parece tan absurda y tan patética, ahhhggggg! Considero muy triste que la gente se deje dominar por alguien ajeno a su vida. Lo peor es que... muchísimas veces me he visto envuelta en esa frase y sé de mucha gente que no ha dicho o hecho cosas por lo que puedan pensar los demás. Y para más INRI y por si nadie se ha dado cuenta de este punto yo se lo menciono, nuestro destino se trunca por esa gente que sólo sabe criticar (como dirían muchos ¡que fuerte me parece!).

Por eso después de todo me alegro de no depender de mi casa, y de todo lo que he dejado atrás. A veces, se necesitan estos momentos de soledad para darse cuenta de cómo es uno mismo, de lo que ha perdido por el camino y que es difícil olvidar, pero que a la larga eres capaz de eso y mucho más.

Hoy me dedico a encontrar la felicidad en el culto a mí misma (si algún día tengo pareja puessss ... ya veremos! ), a adentrarme en una nueva vida que me está costando lo suyo puesto que hacer deporte, dieta,... y dejar de comerme las uñas (ainss! mis uñasss!), es una tarea bastante complicada, pero no imposible ¿verdad? Así con este propósito os presento a la nueva María.

Un besazo para todos